Por dónde iniciar la reforma de tu piso
Estás a punto de encarar una reforma de piso y no sabes por dónde comenzarla. Es un dilema que le acontece a mucha gente y que puedes tener mucho más claro si lees esta nota. Claro está, todo radica en el tipo de piso que tengas: antiguo, más actual, pequeño, con necesidad de reforma integral… Para todos hay respuesta.
Dónde comenzar la reforma de tu piso según el tipo
¿Andas con la necesidad de comenzar una reforma en tu piso? Ese es un trabajo al que nadie se quiere enfrentar pero que, en algún momento dado, no queda otra que hacerla. Claro está, no es lo mismo tener que hacer un simple cambio de pintura o de muebles que tener que demoler paredes para generar nuevos espacios. Por eso mismo, el dilema pasa por dónde comenzar el trabajo. Todo está supeditado a las necesidades que tengas y al tipo de piso que tengas que reformar. Ten en cuenta estas consideraciones.
En un piso antiguo
Cuando se trata de un piso muy antiguo, lo primordial es consultar con un arquitecto o especialista en obras para que te diga qué es lo que se puede preservar, qué es lo que se puede modificar y qué es lo que se tiene que demoler. Debes tener en cuenta que, cuando se trata de una edificación muy vieja, es probable que haya que realizar actualizaciones de tuberías, conexiones eléctricas y demás cuestiones que en un piso más actual quizás no. Trata de tener lo más en claro posible qué es lo que quieres.
En un piso moderno
Si lo que quieres es hacer una reforma en un piso moderno, lo más probable es que no tengas demasiado para mutar, a no ser que la distribución de la casa no te agrade en absoluto y quieras hacer un giro completo en lo que hay. En ese caso, te conviene empezar por lo estructural, por lo que más rehabilitación y cambios necesita, para luego sí ir puliendo todos los detalles zona por zona.
En un piso que no necesita muchas reformas
Si tienes que hacer una reforma de piso en una casa que ya te sienta bastante bien, quizás debas comenzar por los detalles. Puedes actualizar los muebles y elementos de la cocina, cambiar retoques del baño, actualizar los colores de pintura, hacer más funcional el comedor o las conexiones con las habitaciones. En ese caso, estás de parabienes, porque lo más probable es que no tengas que romper nada. Cuando no se necesitan muchas reformas y no hay nada primordial, lo mejor es empezar por la región de la casa en donde más te quieras sentir a gusto. No falla. Luego sigues con el resto de reformas.
En un piso pequeño
Si tienes un piso pequeño y quieres hacer una reforma, tienes la opción de hacerlo en etapas o en un solo trabajo exhaustivo. Si no tienes la posibilidad de irte del lugar, quizás te convenga ir por plazos, poco a poco. Si puedes hacer todo junto, es algo que te puede venir muy bien. Es que al ser un espacio de dimensiones reducidas, no es una tarea que demande demasiado tiempo. Aunque todo dependerá del trabajo que se tenga que hacer. Muchas veces, los pisos chicos son los que más labores demandan, puesto que lo que se busca es optimizar espacios. Y eso puede hacer que haya que demoler o construir.
En un piso que necesita reforma integral
Si lo que necesitas es una reforma integral de tu piso, lo mejor será que consigas un lugar donde estar durante ese tiempo y contrates a una empresa o grupo de especialistas que se encargue de hacer el piso entero. Tras reunión con arquitecto, decide qué es lo que harás en la casa y delega responsabilidades a un grupo de tareas para que pueda ocuparse de todo el trabajo. Es la mejor opción cuando tienes que hacer todo prácticamente a nuevo. Te ahorrarás lidiar con diferentes personas, como tener que hacer que combinen entre los que se encargan del baño con los de la cocina y así.
¿Cuánto dinero se necesita para reformar un piso?
Todo dependerá de lo que necesites hacer, la calidad de los materiales que quieras comprar y de si tienes que demoler o no. Las tarifas realmente varían mucho. Lo mejor será que pidas presupuesto en base a lo que quieras, puedas o necesites hacer y ahí cotejar las posibilidades antes de tomar una decisión. ¡No te quedes sin tu reforma!