Si tienes que hacer una mudanza y estás pensando en contratar una empresa especializada, seguro que una de las grandes preguntas que tienes en mente es la del precio. Es muy complicado establecer una cifra concreta porque los servicios que ofrecen las compañías de mudanzas son cada vez más amplios y variados. Por ejemplo, no tiene nada que ver el precio que pagarás por hacer una mudanza de un apartamento de 50 metros cuadrados en el que tú te ocupas del embalaje y lo único que tienen que hacer los profesionales es el traslado con otra mudanza de un piso de 120 metros cuadrados con servicio de embalaje y elevador.
También depende en gran medida de la distancia a recorrer. En el caso de que la mudanza sea en la misma localidad, el precio promedio puede ser de 400 euros. Mientras, si es a otra provincia puede aumentar hasta los 600 euros de media, y, si es a nivel internacional, puede suponer más de 1.000 euros. En líneas generales, el precio de la mudanza a nivel nacional es de 40 euros por metro cúbico.
Consejos clave para elegir una buena empresa de mudanzas
A la hora de elegir una empresa de mudanzas, hay algunas cosas que debes considerar. No hay que olvidar que esta se va a encargar de transportar los muebles y electrodomésticos de tu vivienda, además de tus objetos personales. Por lo tanto, la confianza es clave.
Lo primero que debes verificar es que realmente es una empresa de mudanzas y no un corredor de mudanzas. ¿Qué es el corredor de mudanzas? Se trata de un negocio sin licencia para transportar, que contrata a una compañía de paquetería o de envíos al precio más barato. Por lo tanto, en este caso tú no puedes elegir la empresa que se va a ocupar de la mudanza, lo cual conlleva un riesgo muy alto. Además, en caso de pérdida o daño, es muy complicado determinar quién tiene la responsabilidad.
Para que todo quede perfectamente claro, la empresa de mudanzas tiene que entregarte un presupuesto escrito y 100% personalizado, en base a tus necesidades y preferencias. Debes asegurarte de que ha tenido en cuenta todos los muebles, cajas y pertenencias a transportar. Las condiciones del servicio deben estar muy claras.
Es muy interesante que la compañía ofrezca servicio de embalaje. Por lo general, esta tarea es una de las que mayor estrés genera en una mudanza porque hay muchos artículos que son complicados de embalar para que no sufran ningún daño durante el traslado: vajillas, bicicletas, instrumentos musicales… Incluso si tienes prendas de ropa delicadas se pueden guardar en una caja armario, colgadas de la percha como si de un armario se tratara para que no se arruguen.
No siempre los plazos de salida de una vivienda y llegada al nuevo domicilio coinciden con exactitud. Si es tu caso, contrata a una empresa de mudanzas que también tenga servicio de guardamuebles. De esta manera te aseguras que todas tus pertenencias van a estar seguras y protegidas durante el tiempo que sea necesario.
Por supuesto, debes asegurarte de que la empresa en cuestión cuenta con los vehículos y las herramientas adecuadas. Si por ejemplo necesitas trasladar un sofá o un electrodoméstico grande, el uso de poleas y elevadores es muy interesante.
Y, por último, no te olvides de la importancia de un trato cercano y personal. Se trata de uno de los mayores valores añadidos de cualquier compañía, sobre todo cuando presta un servicio tan específico como una mudanza. Necesitas que en la empresa haya gente capaz de entenderte y escucharte para ofrecerte justo lo que necesitas.