Si tienes una segunda residencia y quieres hacer en ella una cocina que sea cómoda y bonita a partes iguales, hay algunos consejos que debes tener en cuenta. Es fundamental pensar en el espacio que tienes y las posibilidades que ofrece y, en base a esto, pensar en cuáles son tus necesidades. Si eres un gran amante de la cocina y quieres dedicar parte de tus vacaciones a preparar diferentes recetas, vas a necesitar una gran superficie de trabajo y espacio para almacenar todos los pequeños electrodomésticos y accesorios de cocina. 

Colores

En el mundo de la decoración, la elección de los colores es una de las cosas más importantes. Si la cocina de la segunda residencia tiene un tamaño reducido y no cuenta con demasiada luz natural, olvídate de los colores oscuros porque con ellos sólo vas a conseguir que se vea más pequeña y oscura.

El blanco es un acierto seguro porque da impresión de volumen y aporta mucha luz. Si tienes miedo a que la cocina se vea demasiado fría al ser completamente blanca, puedes elegir adornos y accesorios de madera. Además, en una de las paredes puedes instalar un papel decorativo de tu elección, como por ejemplo de mármol o de ladrillo blanco.

Distribución

El diseño de la cocina debe estar basado en el conocido como triángulo de trabajo. Tal y como su propio nombre indica, se trata del espacio, en forma de triángulo, que resulta al trazar una línea entre el fregadero, la zona de cocción y la nevera. Basándote en esta distribución, puedes organizar las diferentes zonas de la cocina en base al uso que vayas a darles. Tienes que asegurarte de contar con la superficie libre necesaria.

Las zonas de la cocina son las siguientes:

  • Lavado: el fregadero es el punto central de esta zona. Si eres diestro, lo ideal es que el lavavajillas esté situado a la izquierda del fregadero para que te resulte más sencillo meter los platos en el lavavajillas.
  • Preparación: la zona de preparación debe estar a la derecha de la zona de limpieza. Es el espacio para amasar, trocear, cortar… Los utensilios deben estar colocados cerca.
  • Cocción: justo al lado de la zona de preparación debe estar la de cocción. Debes tener a mano los utensilios de cocina más importantes, como ollas y sartenes.
  • Despensa: la zona de despensa está alrededor del frigorífico, preferiblemente cerca de la zona de cocción. 
  • Almacenaje: la zona de almacenaje es aquella en la que se guardan los aparatos de cocina y otros utensilios que no se utilizan a diario.

Espacio disponible

Del mismo modo que a la hora de decorar cualquier otra estancia del hogar, en la cocina hay que aprovechar hasta el último centímetro. Las partes altas muchas veces quedan relegadas a un segundo plano, y lo cierto es que se les puede sacar mucho partido. 

Puedes colocar varios armarios integrados, y aprovechar los estantes superiores para guardar todas las cosas que no utilizas demasiado a menudo. Las zonas libres de la encimera, como las esquinas, también las puedes utilizar para poner una pequeña balda o la cafetera. 

Es importante que no dejes nada a la vista porque daría la sensación de un espacio sobrecargado. Puedes apostar por un espacio de almacenamiento de cristal para que la cocina parezca más amplia y agradable.

Muebles

En lo que respecta a los muebles, es una de las decisiones más importantes a la hora de diseñar la cocina de una segunda residencia. Piensa que debes poder moverte por la estancia de manera cómoda, así que deja al menos 80 centímetros de espacio libre entre los distintos elementos.

Si la cocina es pequeña, puedes instalar una barra estrecha en la pared en lugar de una mesa. La ventaja de esta mesa alta es que el espacio que ocupa es mínimo y, además, se puede utilizar como una encimera adicional. Elige taburetes, para poder deslizarlos debajo de la barra.

Puerta de cristal

Si no quieres abrir la cocina al salón pero te apetece integrar ambas estancias, la instalación de una puerta corredera de cristal es una idea fantástica. De esta manera, aprovechas todo el espacio disponible y la cocina tiene vía libre para el paso de la luz natural. Es una forma 100% recomendada para separar distintos ambientes pero teniendo una visión integral de los mismos. 

La puerta corredera de cristal se convertirá en tu mejor aliada porque con ella puedes disfrutar de los beneficios de la cocina abierta y de la cocina cerrada al mismo tiempo. Existen muchos tipos de cristales y marcos, así que puedes elegir la puerta en base a tus gustos y el estilo decorativo de la cocina.

Con estos consejos seguro que diseñas y amueblar la cocina de la segunda residencia de una manera óptima.